Cada día surgen nuevas tendencias y aparecen nuevos materiales, pero si hay algo que no pasa de moda son los muebles de madera. Se trata de un clásico indiscutible, pero su mantenimiento es primordial para que se conserve en el tiempo. Para ello, aprende de los siguientes trucos.
Nuestros muebles de madera aportan a la casa un toque único de elegancia, tradición y calor hogareño; sin embargo, el pasar de los años, entre otros elementos, pueden hacer estragos con ellos.
Si están en el exterior, la lluvia y el sol pueden generar un intenso y veloz desgaste; mientras que dentro de la casa, también están la humedad, las polillas u otros agentes nocivos para nuestros muebles de madera.
Pensando en la conservación de nuestros muebles, en la creciente popularidad de este material, en el ahorro y en las mejores opciones para el alquiler de herramientas en Madrid, en este post te ofreceremos 10 consejos para conservar los muebles de madera.
Índice
El polvo es un factor de desgaste muy importante, dado que está presente todos los días, incluso si no lo vemos. La acumulación de suciedad debe evitarse a toda costa, por lo cual se recomienda limpiar los muebles de madera todos los días.
Es simple, basta con pasarles un trapo seco sobre la superficie. De esta forma, nos aseguramos de que nuestros muebles siempre luzcan su mejor aspecto, evitamos que se formen manchas y facilitamos futuras limpiezas.
También te recomendamos las toallitas húmedas para limpiar madera que puedes encontrar en los supermercados. Su precio es muy bajo y rinden bastante bien.
Ya mencionamos el grave daño que pueden hacerle el sol y el agua a la madera. El sol, por ejemplo, la seca y hace que se encoja, generando la aparición de grietas que terminan dañando el mueble.
Por su parte, la penetración del agua también deforma la madera, la hincha y hace que se pudra. Pero no solo hay que evitar que se mojen los muebles directamente, sino que debemos ubicarlos en zonas libres de humedad, como tuberías de agua o derrames de algún líquido.
Al igual que el contacto directo con el sol, estar cerca de una fuente de calor constante genera el encogimiento de la madera: por más protección que tengan nuestros muebles, esto termina por dañarlos a la larga.
Asimismo, los muebles de madera pierden encanto si están en permanente contacto con el aire, especialmente si está a bajas temperaturas. Por ello debemos evitar su contacto directo y constante con un aparato de aire acondicionado o corrientes frías.
Contrario a lo que muchos creen, el amoníaco no resulta nada favorable para nuestros muebles. Debemos estar atentos y leer muy bien las etiquetas de los productos que utilicemos para su limpieza.
La mejor opción es escoger limpiadores libres de amoníaco, productos no abrasivos que no deterioren la madera. El amoníaco es anunciado como limpiador de muebles, pero esto es contraproducente.
En fin, sugerimos limpiadores naturales, que sean más delicados y, más importante aún, sin generar peligro para tu familia o para el medio ambiente.
La cera en pasta sí es un producto altamente recomendado para el mantenimiento de los muebles de madera; no obstante, es vital emplearla de la forma adecuada para que surta el efecto deseado.
El primer paso es asegurarnos de retirar todo el polvo de nuestros muebles con un trapo seco. Después, aplicamos la cera uniformemente con un trapo o una manta de fibra. Esto se debe hacer una vez a la semana, a fin de mantener por muchos años la apariencia original de la madera.
Aunque no lo creas, la forma en que trasladamos los muebles de madera tiene mucho que ver con la vida útil de los mismos. Un golpe, por pequeño que sea, puede dañar la madera y el material que la recubre, convirtiéndose en una entrada de elementos dañinos.
Debemos evitar los movimientos bruscos y tener especial cuidado con esquinas o salientes. Ten en cuenta que es mejor cargarlos que arrastrarlos, porque además podemos dañar el piso. Si se trata de un mueble muy pesado, procura pedir ayuda para levantarlo o emplear algún aparato con ruedas para transportarlo.
Las manchas en la madera son frecuentemente producto de haber colocado sobre nuestros muebles algún envase caliente. Evitar esto es muy simple, solo tenemos que utilizar algún plato o paño para colocar el recipiente.
Recordemos que estas manchas no desaparecen a menos que lijemos y apliquemos un nuevo barniz. Un gasto innecesario que nos podemos ahorrar si seguimos este sencillo consejo.
Claro está que si recurrimos a esta mala práctica frecuentemente, el calor de igual forma atravesará la fibra, y la madera terminará por hincharse, ablandarse o decolorarse. En definitiva, lo mejor es evitar.
Los accidentes se presentan cuando menos lo esperamos. Si la sopa o el café se derraman sobre nuestra mesa de madera, no debemos esperar ni un segundo, sino hacer una limpieza inmediata.
Al hacer esto, prevenimos que los líquidos penetren o que la temperatura ocasione un efecto negativo sobre la madera. Siempre es conveniente tener a mano un trapo seco y limpio.
Las mudanzas son momentos de gran estrés porque suelen dañarse aparatos y muebles. Los de madera son especialmente susceptibles a golpes y rayones, por lo que debemos asegurarnos de que los encargados de la mudanza la hagan de manera correcta y bajo nuestra supervisión.
Lo más conveniente es que los muebles sean levantados entre varios, en lugar de arrastrarlos, aunque todo va a depender del peso. Los muebles de madera más grandes pueden ser arropados con una manta, con el fin de evitar que se rayen.
Por más que nos esforcemos, los rayones son inevitables, especialmente si en la casa hay niños. Pero existe un truco que los encargados de reparar muebles emplean desde antaño: la reparación con nueces.
Los aceites esenciales de las nueces son perfectos para la reparación de rozaduras en la madera. Para ello debes abrir la nuez, frotar el fruto sobre el área dañada en el sentido de las vetas de la madera, de modo que el aceite se funda y cree una capa reparadora. Luego, solo queda pasar un paño para repartir la solución de forma homogénea.
Incluso en las casas más ordenadas y mejor cuidadas, los muebles de madera pueden sufrir daños por múltiples razones. El hecho es que la madera, por ser un elemento natural, tiene un ciclo de vida.
Sin embargo, esto no significa que debamos lanzar nuestros muebles de madera a la basura. En la mayoría de los casos basta con un buen proceso de reparación que podemos llevar adelante nosotros mismos.
Para esto es importante contar con los implementos adecuados, algunos de los cuales seguramente hallaremos en nuestro maletín de herramientas; mientras que para otros podemos optar por el alquiler de herramientas en Madrid o en la región donde nos encontremos.
A continuación, un listado de las herramientas básicas para la restauración de muebles de madera, enfatizando su utilidad para la labor que nos corresponde.
Ya tenemos todas las herramientas, desde las básicas hasta las más sofisticadas, para restaurar nuestros muebles de madera. Ahora debemos cumplir con todos los pasos del proceso para lograr los mejores resultados.
Este paso incluye la limpieza o decapado del mueble, a fin de devolverle su aspecto original a la madera. Así retiramos todas las capas de pintura y barniz, lo cual nos permitirá trabajar de manera más efectiva sobre la superficie.
Dependiendo de nuestro presupuesto, podemos optar por el alquiler de herramientas para tener en nuestras manos un decapador o una lijadora eléctrica. También existe el removedor químico y en última instancia el papel de lija, que implica más esfuerzo pero también surte buenos resultados.
El proceso de lijado es vital para obtener un buen trabajo final. De esto depende que la pintura y el barniz se adhieran bien, además de evitar asperezas.
Aunque las lijadoras eléctricas nos pueden servir, si no tenemos la experiencia suficiente podemos dañar la madera al no saber utilizar el número adecuado de lija. Para un trabajo prolijo, se recomienda utilizar tacos de madera y papel de lija.
También ten en cuenta que el grosor de la lija depende tanto del tipo de madera como del pulido que desees lograr. El lijado debe hacerse en el sentido de las vetas de la madera, de modo que no se produzcan arañazos, y al finalizar, deberás retirar el polvo con una brocha.
Según el estilo que quieras lograr, la laca o pintura te ayudarán a aportar ese toque personal en tus muebles de madera. En el mercado existe una gama amplia de pinturas sintéticas, acrílicas y plásticas, así como una infinidad de colores.
Date un tiempo y evalúa cuál es la más adecuada según el estilo que quieras. También es conveniente emplear pinturas amigables con el medio ambiente, que generen la menor contaminación posible.
En cuanto al barniz, lo encontrarás incoloro y con tinte para obtener diversos acabados. Todo depende del tipo de madera y el grado de protección que quieras. Como un truco adicional, emplea brochas planas y anchas para superficies lisas, y pinceles redondos para llegar a los rincones más complicados.
En Alquileres MAJO disponemos de un amplio catálogo de herramientas para que no solo restaures todos tus muebles de madera, sino que puedas realizar todo tipo de trabajo dentro y fuera de casa.
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